Cartas autógrafas a Martín Zapater

En las cartas de Goya a Zapater, su amigo de juventud en Zaragoza, trata temas personales e incluye dibujos entre el texto que aluden en ocasiones a la afición a la caza que compartían remitente y destinatario. En éstas, como en otras cartas a Zapater, aparece el lado humano del genio, no sólo la preocupación por asuntos domésticos sino también el sincero cariño por el amigo.

Sabemos de la afición temprana de José Lázaro por los autógrafos porque en 1889, cuando ya poseía alguno, afirmó que era «apasionadísimo por los autógrafos». Tal vez con estas cartas y con algunos dibujos inició su extraordinaria colección de obras de Goya, pues regaló aquel mismo año un dibujo original a Galdós que sirvió para que éste entregase Torquemada en la hoguera para su publicación en La España Moderna. Años más tarde, en 1900, las mostró por primera vez en una exposición conmemorativa del traslado desde Burdeos de los restos de Goya.