Historia de la Biblioteca Lázaro Galdiano
La Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano se fundó en 1948, cuando se creó esta institución con el generoso legado de José Lázaro Galdiano. Una parte muy notable de los bienes heredados estaba integrada por la conocida como Biblioteca Lázaro, que contaba con una selecta colección de obras propias de una biblioteca de bibliófilo y también con su biblioteca de trabajo, formada por libros y revistas, de indudable utilidad para formar las colecciones artísticas y bibliográficas, junto a obras relacionadas con su labor en la editorial La España Moderna.
La Biblioteca Lázaro adquirió merecida fama entre libreros, bibliófilos y bibliógrafos de la época, y aún siendo una colección particular, estuvo a disposición de los investigadores e incluso se llegaron a realizar exposiciones colectivas e individuales organizadas por el propio Lázaro.
La colección de libros que José Lázaro tenía en Parque Florido, su palacio madrileño, se vio incrementada con otros que había adquirido en París y Nueva York y con varios miles de volúmenes procedentes de la Biblioteca Nacional, que constituían una buena parte de los libros que habían salido de su casa, al ser incautados en 1936.
Antonio Rodríguez-Moñino, primer director de la Biblioteca, fue el encargado la realización del inventario, concluido en 1951, donde relaciona manuscritos, impresos, publicaciones periódicas, estampas y dibujos y es el reflejo fiel del núcleo inicial de esta Biblioteca con más de 20.000 registros. Fue Rodriguez-Moñino, quién propició los iniciales trabajos de investigación y puso empeño en la difusión de este extraordinario legado bibliográfico y en dar a conocer la figura de José Lázaro.
Es en la década de los años cincuenta cuando Fernando Chueca reformó el edificio de La España Moderna para facilitar las labores propias de la Biblioteca y disponer de una sala de lectura adecuada para la atención a los investigadores.
Historia del Archivo de la Fundación Lázaro Galdiano
El Archivo de la Fundación Lázaro Galdiano, cuya primera archivera fue María Brey Mariño, está formado por el archivo histórico, que conserva tanto los fondos adquiridos por el propio José Lázaro como los fondos que constituyen parte de su vida profesional, pública y privada, y por el archivo administrativo, que contiene la documentación generada y recibida por la propia institución en el ejercicio de sus funciones desde la creación de la Fundación hasta la actualidad.
El archivo custodia importantes fondos documentales, gran parte de ellos, correspondencia de destacadas personalidades del mundo de la cultura, la política y la sociedad del siglo XIX y principios del XX, como: el Copiador de Cartas de la España Moderna (fondo documental imprescindible para conocer la figura de José Lázaro y su labor editorial), el Archivo de Cánovas del Castillo, de Emilia Pardo Bazán, de Pedro de Madrazo, de Valentín Carderera, de Pedro Antonio de Alarcón y su archivo fotográfico.
En la actualidad
Desde 1997, la Biblioteca y el Archivo quedan unidos orgánicamente, con especial énfasis en la difusión, con publicaciones –catálogos como Manuscritos españoles de la Biblioteca Lázaro Galdiano, obras en facsímil y los diez volúmenes de la Colección Archivo epistolar de La España Moderna, etc.–.
La creación de la Fundación Lázaro Galdiano aseguró tanto la conservación de los fondos artísticos y bibliográficos, como su aprovechamiento para el estudio y divulgación de los mismos a través de exposiciones con fondos propios en la sede de la Fundación y con el aumento de préstamos a otras entidades para muestras temporales.